Tuvo lugar en Roma la presentación del Instrumentum laboris de
la XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “La
Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana”
(7-28 octubre 2012). Han intervenido
el arzobispo Nikola Eterovic, y el obispo Fortunato Frezza, respectivamente
Secretario General y subsecretario del Sínodo de los Obispos.
“Los padres sinodales -explicó el arzobispo Eterovic-
deliberarán sobre la transmisión de la fe cristiana. Se trata de uno de los
grandes desafíos de la Iglesia que será profundizado en el contexto de la nueva
evangelización. La reflexión sinodal será enriquecida gracias a la relación con
el Año de la Fe que comenzará el 11 de octubre”.
El Instrumentum laboris, señaló el prelado, consta,
además del Prefacio, de una Introducción, cuatro capítulos y una Conclusión. En
la Introducción se recoge el parecer de las Conferencias Episcopales que
concuerdan en “la necesidad de nuevos instrumentos y expresiones para hacer
comprensible la Palabra de Dios en los ambientes de vida de la humanidad
contemporánea. El evento sinodal tendría que representar una ocasión de debate
y de participación, tanto del análisis como de las acciones que compartir para
alentar a los pastores y a las iglesias particulares”.
De los cuatro capítulos, en el primero ‘Jesucristo,
Evangelio de Dios para el hombre’ “se reitera el núcleo central de la fe
cristiana, que no pocos cristianos ignoran, proponiendo el Evangelio de
Jesucristo como Buena noticia para el hombre contemporáneo (…) La nueva
evangelización es la expresión de la dinámica interna del cristianismo, que
desea dar a conocer a los hombres de buena voluntad la ‘profundidad de la
riqueza, de la sabiduría y del conocimiento’ del misterio de Dios revelado en
Jesucristo, más que una ansiosa respuesta ante la crisis de la fe y los nuevos
desafíos que el mundo actual plantea a la Iglesia”.
El segundo; “Tiempo de nueva evangelización”, está
dedicado sobre todo a “señalar los desafíos actuales a la evangelización y la
descripción de la nueva evangelización. Se trata de los nuevos desafíos a la
evangelización en el mundo contemporáneo, descritos con varios escenarios. La
Iglesia está llamada a discernir tales escenarios -para transformarlos en
lugares para el anuncio del Evangelio y de experiencia eclesial (…) En la obra
de nueva evangelización, se desea una renovación de la pastoral ordinaria de
las Iglesias particulares y, al mismo tiempo, se espera en una nueva
sensibilidad que requiere creatividad y audacia evangélica, hacia las personas
que se han alejado de la Iglesia”. El arzobispo mencionó que muchas de las
respuestas habían señalado también la “falta de vocaciones para el sacerdocio y
la vida consagrada, que requiere, por otra parte, una fuerte pastoral
vocacional”.
Refiriéndose al tercer capítulo “Transmitir la fe”,
subrayó que “la finalidad de la nueva evangelización es la transmisión de la
fe. La Iglesia trasmite la fe que ella misma vive y todos los cristianos están
llamados a contribuir (…) Los obstáculos a la fe pueden ser internos a la
Iglesia (una fe vivida de forma pasiva y privada, el rechazo de una educación
de la fe propia, una separación entre fe y vida) o fuera de la vida cristiana
(la secularización, el nihilismo, el consumismo, el hedonismo) (…) El Año de la
Fe representa un llamamiento urgente a la conversión para que cada cristiano y
cada comunidad, transformados por la gracia, den abundantes frutos. Entre
estos, el esfuerzo ecuménico, la búsqueda de la verdad, el diálogo
interreligioso, la valentía para denunciar las infidelidades y los escándalos
en la comunidad cristiana”.
El último apartado “Reavivar la acción pastoral” habla
de “la transmisión de la fe (…) re proponiendo los instrumentos madurados
durante su Tradición, en particular, el primer anuncio, la iniciación cristiana
y la educación, intentando adaptarlos a las condiciones culturales y sociales
actuales (…) Habría que entender mejor, desde el punto de vista teológico, la
secuencia de los sacramentos de iniciación cristiana que culmina en la
Eucaristía y reflexionar sobre los modelos para poner en práctica la
profundización deseada”.
En la Conclusión, se reafirma que “nueva
evangelización significa dar razón de nuestra fe, comunicando el Logos de la
esperanza al mundo que aspira a la salvación”.