Cada tiempo
nos ofrece un nuevo reto.
Atentos a lo que la Iglesia necesita, nos enfrentamos con ilusión y esperanza a renovar cada día nuestra fe y a la luz del Evangelio, ir haciendo posible “irradiar a Cristo” en todos los lugares y acciones en los que trasncurre nuestro día a día.
El día
del Cooperador ha de ser motivo de comunión para alcanzar por medio de la
oración los dones del Espíritu Santo y la intercesión de nuestra Madre
Inmaculada, que nos ayuden a ser el fermento que tanto se necesita en el
momento actual.
Agradecemos, en esta ocasión, a la SEDE DE ORENSE la Oración-Reflexión preparada para celebrar nuestra fiesta mañana, día 24 de Octubre.
EL CONSEJO NACIONAL
Ven y sígueme te ha dicho el Señor
"Quiero
hacerte pescador de hombres".
Agradece
sinceramente su llamada
y
responde con sinceridad a su invitación.
No
tengas miedo de dejar tu barca
y
empezar a caminar con Él.
No
te llamó para la angustia,
ni
para la soledad y la frustración.
Él
no quiere seguidores amargados.
o
discípulos de rostro triste.
Te
invita a una aventura inmensa
y a
ser para siempre un apóstol enamorado.
Te
llama a gozar de su intimidad
y a
participar de su confianza.
Te
invita a servir al mundo
y a
luchar por la dignidad del hombre.
Tienes
un testimonio que muchos esperan
y
una palabra que es urgente pronunciar.
Nada
temas.
Sus
palabras están puestas en tus labios.
Déjate
llevar por Él,
no
te canses pensando qué vas a decir.
Recuerda
que no te ha elegido por tu
simpatía,
ni por tu bondad,
ni por tu inteligencia.
Es al revés: te ha elegido por tu debilidad,
para que seas capaz de manifestar tu fuerza.
Nadie está excluido de la esperanza de vida, del amor de Dios. La Iglesia es enviada, a
todas partes, para despertar esta esperanza, especialmente donde está
obstaculizada por condiciones de vida difíciles, a veces, inhumanas, donde la
esperanza no respira, se asfixia. Necesitamos el oxígeno del Evangelio, el
soplo del Espíritu de Cristo resucitado, que vuelva a encender los corazones. La Iglesia es la casa donde
las puertas están siempre abiertas, no sólo porque todo el mundo puede
encontrar aceptación y respirar amor y la esperanza, sino también porque
podemos salir y llevar este amor y la esperanza. El Espíritu Santo nos insta a
dar un paso fuera de nuestra casa y nos guía hasta las periferias de la
humanidad.
(Papa Francisco, 14-10-2013)