domingo, 20 de diciembre de 2015

¡Felices Fiestas Navideñas!

     En esta navidad contemplemos el misterio de la misericordia. Fuente de alegría, de serenidad y de paz, que une a Dios y al hombre, abriendo el corazón a la esperanza de ser amados para siempre.

   Que el año nuevo nos haga más abiertos al diálogo y nos aleje de cualquier forma de violencia y discriminación.
      
Con todo nuestro cariño, os deseamos:

FELIZ NAVIDAD 2015

Consejo Nacional Coodima

sábado, 28 de noviembre de 2015

INMACULADA


Bendito eres, Señor,
porque has hecho bendita entre todas las mujeres
a María, madre de tu hijo y madre nuestra.

En esta fiesta de María queremos alabarte y bendecirte.
Porque nos has entregado a tu Hijo,
a través de la encarnación, haciéndolo como nosotros.

Así como la venida de tu Mesías
es la fuente de nuestro júbilo y de nuestra esperanza,
así también el gesto de María,
disponible y obediente a recibir con fe la Palabra divina
en su venida sobre la tierra nos llena de alegría.

Eres grande y generoso, Señor,
porque has querido que una mujer
fuese la primera creyente en tu Palabra santa,
cuando se iba a encarnar en nuestra naturaleza humana.

Ante este actuar tuyo, tan distinto del nuestro,
no podemos sino repetir las palabras de María:
nuestra alma engrandece al Señor
y nuestro espíritu se alegra en Dios, nuestro Salvador,
porque has puesto los ojos en la humildad de su esclava.


Agradecemos esta oración a la Sede de Salamanca 

miércoles, 11 de noviembre de 2015

¡Feliz Divino Maestro!

    Un año más celebramos la fiesta del Divino Maestro pero, este año es especial por ser el 50 aniversario de la partida de Madre Soledad.

    Miremos al futuro con la misma ilusión, entrega y esperanza que lo hizo ella. Desde la humildad y confiando en que si escuchamos al Señor, seremos capaces de afrontar grandes empresas.


FELICIDADES A TODOS 


                       Consejo Nacional

sábado, 7 de noviembre de 2015

Oración Divino Maestro

Jesús Divino Maestro, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Mu
éstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una criatura; hizo llorar a Pedro después de la traición, y aseguró el Paraíso al ladró
n arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
PAPA FRANCISCO
Agradecemos su aportación a la Sede de Baza

miércoles, 30 de septiembre de 2015

La caridad es como una nave segura. Sabe llevar lo que es pesado, y no teme ser hundida por ello. (S. Ag. Ena. 129,4)
Estando pasando unos días de retiro en las Arenas (Bilbao), tuve la ocasión de caminar por el paseo del puerto, allí pude contemplar pequeñas embarcaciones, meciéndose en las aguas cristalinas, pero bien amarradas. Parecía que estaban dormidas…Todo era quietud y calma, vida apacible y serena. Era un bonito espectáculo.La caridad es como una nave segura. Sabe llevar lo que es pesado, y no teme ser hundida por ello. (S. Ag. Ena. 129,4)
Estando pasando unos días de retiro en las Arenas (Bilbao), tuve la ocasión de caminar por el paseo del puerto, allí pude contemplar pequeñas embarcaciones, meciéndose en las aguas cristalinas, pero bien amarradas. Parecía que estaban dormidas…Todo era quietud y calma, vida apacible y serena. Era un bonito espectáculo.

A lo lejos pude divisar una embarcación que se acercaba a puerto a repostar para su siguiente travesía. Y, dejándome llevar de la imaginación, pensé que ésta podría ser su conversación: ¿Qué hacéis ahí amarradas tanto tiempo? ¿No sentís la necesidad de soltar amarras y navegar a mar abierto? Sí, pero tenemos miedo a las tempestades, a la oscuridad de la noche. Somos débiles, nuestra embarcación es frágil para salir a mar abierto, Aquí, en el puerto, estamos resguardadas de los fuertes vientos, de los inmensos desafíos de unas olas desmesuradas que se abalanzarán contra nuestra frágil embarcación. La seguridad es lo importante. Pero - les habló la nueva embarcación - no se puede estar siempre encadenadas en el puerto… La libertad, el mar abierto,  la belleza de una noche de luna y estrellas, los nuevos mares…

Se miraron unas a otras y,  tomando conciencia de su situación, se interrogaban mutuamente: ¿No estaremos perdiendo la vida? ¿No sería bonito desprendernos de nuestras cadenas y salir a mar abierto?

¿Por qué tanto miedo? Ciertamente tendremos días nublados, con posibles tempestades, pero, aun cuando parezca que el mar nos va a devorar, sabemos que pronto nacerá un nuevo día lleno de sol y calor.

Naveguemos... Somos barcas pequeñas, es cierto, pero grandiosas, porque Dios  nos acompaña en nuestra travesía. Soltemos amarras y dejemos el puerto.

Después de haber navegado, como repostar es necesario, volveremos de nuevo a puerto,  pero sin quedarnos demasiado tiempo en él, buscando de nuevo nuestra seguridad. Pues también, como nos dice San Agustín, algunas veces el viento penetra por la entrada y, aunque no haya escollos, las naves chocan entre sí y se rompen. Ojala sepamos mantenernos unidos en puerto, apiñados unos con otros para no chocar entre sí. (Cfr. Ag.  In ps. 99,10). La unidad en puerto nos dará fuerzas para emprender nuevas rutas, sin miedo a los contratiempos y a las tempestades. Nos acompañará la fuerza de la oración, el impulso del Espíritu y la unidad de la comunidad. Soltemos amarras, naveguemos, entremos en lo profundo del mar.

Hna. Carmen Ramírez González


A lo lejos pude divisar una embarcación que se acercaba a puerto a repostar para su siguiente travesía. Y, dejándome llevar de la imaginación, pensé que ésta podría ser su conversación: ¿Qué hacéis ahí amarradas tanto tiempo? ¿No sentís la necesidad de soltar amarras y navegar a mar abierto? Sí, pero tenemos miedo a las tempestades, a la oscuridad de la noche. Somos débiles, nuestra embarcación es frágil para salir a mar abierto, Aquí, en el puerto, estamos resguardadas de los fuertes vientos, de los inmensos desafíos de unas olas desmesuradas que se abalanzarán contra nuestra frágil embarcación. La seguridad es lo importante. Pero - les habló la nueva embarcación - no se puede estar siempre encadenadas en el puerto… La libertad, el mar abierto,  la belleza de una noche de luna y estrellas, los nuevos mares…

Se miraron unas a otras y,  tomando conciencia de su situación, se interrogaban mutuamente: ¿No estaremos perdiendo la vida? ¿No sería bonito desprendernos de nuestras cadenas y salir a mar abierto?

¿Por qué tanto miedo? Ciertamente tendremos días nublados, con posibles tempestades, pero, aun cuando parezca que el mar nos va a devorar, sabemos que pronto nacerá un nuevo día lleno de sol y calor.

Naveguemos... Somos barcas pequeñas, es cierto, pero grandiosas, porque Dios  nos acompaña en nuestra travesía. Soltemos amarras y dejemos el puerto.

Después de haber navegado, como repostar es necesario, volveremos de nuevo a puerto,  pero sin quedarnos demasiado tiempo en él, buscando de nuevo nuestra seguridad. Pues también, como nos dice San Agustín, algunas veces el viento penetra por la entrada y, aunque no haya escollos, las naves chocan entre sí y se rompen. Ojala sepamos mantenernos unidos en puerto, apiñados unos con otros para no chocar entre sí. (Cfr. Ag.  In ps. 99,10). La unidad en puerto nos dará fuerzas para emprender nuevas rutas, sin miedo a los contratiempos y a las tempestades. Nos acompañará la fuerza de la oración, el impulso del Espíritu y la unidad de la comunidad. Soltemos amarras, naveguemos, entremos en lo profundo del mar.


Hna. Carmen Ramírez González

domingo, 23 de agosto de 2015

AMIGOS

Amigos

No puedo darte soluciones para todos
los problemas de la vida, ni tengo respuestas
para tus dudas o temores,pero puedo
escucharte y compartirlo contigo.

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.

No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte, a estimularte
y a ayudarte si me lo pides.

No puedo trazarte limites dentro de
los cuales debes actuar, pero si
te ofrezco el espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos
cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger
los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.

En estos días pensé en mis amigos y amigas,
entre ellos, apareciste tu.
No estabas arriba, ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el numero uno ni el numero final.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero,
el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo.

martes, 18 de agosto de 2015

Callar es de sabios...

La comunidad es mucho más que vivir y trabajar juntos

“La comunidad es mucho más que vivir y trabajar juntos. Es un vínculo del corazón que no tiene límites físicos. Son velas que arden en diferentes partes del mundo, todas ellas rezando la misma oración silenciosa de la amistad y del amor”.
“No creo que tengamos que reprimir nuestras energías eróticas para llevar una vida ordenada. Tampoco creo que debamos olvidar toda disciplina u orden para entrar en contacto con las fuerzas salvajes de nuestra existencia. Pero sí que hace falta una concentración de esfuerzo para encontrar la única manera de llegar a ser personas íntegras”.
“El valor de la vida no depende de las horas, días o años que se vivan, ni tampoco del número de personas con las que uno se relacione, ni de la influencia que se tenga en la historia. El valor de la vida es la vida en sí misma”.

“Nuestros dones, por pequeños que parezcan, se hacen grandes cuando se reconocen como dones de Dios para el pueblo de Dios. Cuando nos refrenamos en la entrega, con una mentalidad de escasez, lo poco que tengamos se hace aún menos. Cuando damos con generosidad, con una mentalidad de abundancia, lo que entregamos se multiplica”.
“Creo personalmente que Jesús se encarnó para abrirnos la puerta de la casa de Dios, y todos los hombres pueden pasar por esa puerta, conozcan o no a Jesús”.

Henri Nouwen.

Compartiendo vida... Afrontar los peligros

¡Qué difícil es lanzarse al riesgo de vivir contracorriente!
¡Más difícil aún cuando al final del camino nos esperan peligros amenazantes exponiéndonos a una valentía que por naturaleza no tenemos!
El riesgo es algo que solo afrontan los campeones de la vida y, para ello, deben tener muy claro cual es el objetivo que quieren alcanzar, sopesar esos peligros y lanzarse a la aventura de luchar por aquello en lo que creen, esforzarse por aquello en lo que sueñan y dejarse la piel por conseguirlo.
Si la corriente no nos acompaña, ¡no hay problema! también Jesús de Nazaret fue contracorriente y eso no fue impedimento para que su legado llegase hasta nosotros como modelo de vida a seguir.
Nadar contracorriente desafiando al futuro y exponiéndose a las garras de aquellos que nos juzgan es duro pero... cuando hayamos saltado el peligro nos esperará la calma de nuestra propia coherencia basada en la certeza de haber hecho lo que creímos que debíamos hacer.

Encar_AM

jueves, 13 de agosto de 2015

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TIEMPO PARA LA CREACIÓN
Consejo Mundial de Iglesias
A partir del 1° de septiembre - el primer día del año en la iglesia ortodoxa - al 4 de octubre - la fiesta de San Francisco de Asís en la tradición católica - las iglesias están llamadas a participar en el Tiempo para la Creación.
A partir del 1° de septiembre - el primer día del año en la iglesia ortodoxa - al 4 de octubre - la fiesta de San Francisco de Asís en la tradición católica - las iglesias están llamadas a participar en el Tiempo para la Creación.
Recursos litúrgicos
·                  Cantos, bendiciones, sermones y otros recursos recogidos por la pastora Neddy Astudillo.
·                  Recursos de A Rocha, una organización cristiana de conservación de la naturaleza
·                  Meditaciones y recursos de las Siete Semanas para el Agua de la Red Ecuménica del Agua
·                  Oraciones, bendiciones y meditaciones recopiladas por la red cristiana europea sobre el medio ambiente (en español y distintos idiomas).
·                  Recursos de la Red de Liturgia del Consejo Latinoamericano de Iglesias
Encontrará recursos adicionales en las versiones en inglés, alemán y francés de esta página.
AYUNO POR EL CLIMA-CMI
La campaña de ayuno por el clima es una iniciativa interreligiosa que tiene por objetivo reunir a personas de diferentes religiones en el ayuno, un ejercicio espiritual de solidaridad con las víctimas del cambio climático. El CMI es uno de los promotores de esta iniciativa, con motivo de la cual les invitamos a ayunar el primer día de cada mes.
Detalles del evento
Cuándo
01 de Septiembre 2015
Dónde
En todo el mundo
Agregar evento al calendario
La campaña de ayuno por el clima es una iniciativa interreligiosa que tiene por objetivo reunir a personas de diferentes religiones en el ayuno, un ejercicio espiritual de solidaridad con las víctimas del cambio climático. El CMI es uno de los promotores de esta iniciativa, con motivo de la cual les invitamos a ayunar el primer día de cada mes.
«La 10a Asamblea del CMI ha subrayado el carácter apremiante de la crisis climática en una nota sobre la justicia climática. El ayuno interreligioso por la justicia climática es una de las maneras concretas que tienen las iglesias y otras instituciones religiosas de expresar su preocupación por la situación y por las negociaciones de la COP 19 de Varsovia», precisó el secretario general del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, en uno de sus comentarios.
El ayuno puede considerarse como un componente de la peregrinación por la justicia y la paz a la que interpela el mensaje de la [10ª] Asamblea del CMI.  Uno de los hitos relevantes relacionados con el cambio climático en esta peregrinación fue la Cumbre interreligiosa sobre el cambio climático que se celebró en septiembre de 2014.  Otros hitos relevantes en esta peregrinación sobre el cambio climático son la vigésima sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas (COP 20) que se celebró en Lima en diciembre de 2014, y  la COP 21, que se celebrará en París en diciembre de 2015.


CARTA DEL SANTO PADRE FRANCISCO CON MOTIVO DE LA INSTITUCIÓN DE LA "JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN" [1° DE SEPTIEMBRE]
A los Venerables Hermanos
Cardenal Peter Kodwo Appiah TURKSON Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz
Cardenal Kurt KOCH Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos
Compartiendo con el amado hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico, la preocupación por el futuro de la creación (cf. Carta Enc. Laudato si’, 7-9) y, acogiendo la sugerencia de su representante, el Metropolita Ioannis de Pérgamo, que intervino en la presentación de la Encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común, deseo comunicarles que he decidido instituir también en la Iglesia Católica la «Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación», que, a partir del año en curso, será celebrada el 1 de septiembre, tal como acontece desde hace tiempo en la Iglesia Ortodoxa.
Como cristianos, queremos ofrecer nuestra contribución para superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. Para ello debemos ante todo extraer de nuestro rico patrimonio espiritual las motivaciones que alimentan la pasión por el cuidado de la creación, recordando siempre que, para los creyentes en Jesucristo, Verbo de Dios hecho hombre por nosotros, «la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo, ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea» (ibíd., 216). La crisis ecológica nos llama por tanto a una profunda conversión espiritual: los cristianos están llamados a una «conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea» (ibíd., 217). De hecho, «vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana» (ibíd.).
La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará anualmente, ofrecerá a cada creyente y a las comunidades una valiosa oportunidad de renovar la adhesión personal a la propia vocación de custodios de la creación, elevando a Dios una acción de gracias por la maravillosa obra que Él ha confiado a nuestro cuidado, invocando su ayuda
para la protección de la creación y su misericordia por los pecados cometidos contra el mundo en el que vivimos. La celebración de la Jornada en la misma fecha que la Iglesia Ortodoxa será una buena ocasión para testimoniar nuestra creciente comunión con los hermanos ortodoxos. Vivimos en un tiempo en el que todos los cristianos afrontamos idénticos e importantes desafíos, y a los que debemos dar respuestas comunes, si queremos ser más creíbles y eficaces. Por esto, espero que esta Jornada pueda contar con la participación de otras Iglesias y Comunidades eclesiales y se pueda celebrar en sintonía con las iniciativas que el Consejo Ecuménico de las Iglesias promueve sobre este tema. Le pido a Usted, cardenal Turkson, Presidente del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, que ponga en conocimiento de las Comisiones de Justicia y Paz de las Conferencias Episcopales, así como de los Organismos nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito ecológico, la institución de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, para que, de acuerdo con las exigencias y las situaciones locales, la celebración se organice debidamente con la participación de todo el Pueblo de Dios: sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos. Para este propósito, y en colaboración con las Conferencias Episcopales, ese Dicasterio se esforzará por llevar a cabo iniciativas adecuadas de promoción y animación, para que esta celebración anual sea un momento intenso de oración, reflexión, conversión y asunción de estilos de vida coherentes. Le pido a Usted, cardenal Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que se ponga en contacto con el Patriarcado Ecuménico y con las demás realidades ecuménicas, para que dicha Jornada Mundial sea signo de un camino que todos los creyentes en Cristo recorren juntos. Además, ese Dicasterio se ocupará de la coordinación con iniciativas similares organizadas por el Consejo Ecuménico de las Iglesias.
Esperando la más amplia colaboración para el buen comienzo y desarrollo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, invoco la intercesión de la Madre de Dios María Santísima y de san Francisco de Asís, cuyo Cántico de las Criaturas mueve a tantos hombres y mujeres de buena voluntad a vivir alabando al Creador y respetando la creación. Como confirmación de estos deseos, le imparto a ustedes, Señores cardenales, y a cuantos colaboran en su ministerio, la Bendición Apostólica.
Vaticano, 6 de agosto de 2015 Fiesta de la Transfiguración del Señor.
FRANCISCUS

miércoles, 12 de agosto de 2015

Posted: 08 Aug 2015 01:51 PM PDT
El Encuentro Europeo de Jóvenes, que se celebra desde el jueves hasta el domingo en Ávila, fue trending topic mundial en noche del viernes, coincidiendo con el concierto que reunió a los 6.000 participantes en el evento que organiza la Conferencia Episcopal.

Sobre las 23.20 horas, tras los llamamientos a tuitear a los asistentes en el concierto, el encuentro fue trending topic mundial en Twitter con el hashtag oficial del Encuentro #EEJ2015, que se se mantuvo durante varias horas. Se consiguió a que "todos los peregrinos tuiteros difundían en las redes sociales su experiencia del encuentro y del concierto". 
En la noche del viernes el encuentro celebró un concierto con los cantantes Pablo López, Merche y el Padre Damián, acompañados del humorista Santi Rodríguez y los animadores Toño Casado y El Pulpo, ante los participantes en el encuentro, abulenses y obispos de numerosas diócesis. El número de atenciones sanitarias realizadas el viernes fueron 60, según Protección Civil, de las que 4 necesitaron traslado a un centro hospitalario. La organización del evento ha destacado que "muchas de las instituciones de Ávila, así como ciudadanos en general, están haciendo llegar su admiración por el buen comportamiento cívico de los peregrinos, su educación y saber estar". "Se muestran sorprendidos por la limpieza del entorno en una aglomeración importante de la gente y de la implicación de voluntarios y peregrinos para conseguirlo se implican en ello",
Posted: 08 Aug 2015 02:06 PM PDT


PASAR DESAPERCIBIDOS

Es interesante encontrar personas que pasan desapercibidas cuando hacen el bien.
Es provechoso y productivo descubrir entre la gente aquellos que resaltan por su entrega y donación.
Es genial conocer a personas que se dan sin esperar, que se ofrecen sin recibir, que caminan sin mirar atrás y que dan lo mejor de sí mismas a quienes se cruzan en su camino.
El Evangelio no produce fama, ni títulos, ni regalos materiales... el Evangelio nos da cada día la posibilidad de vivir nuestra fe desde el anonimato de las palabras y la claridad de las obras.
Por eso, "que nuestra mano izquierda no sepa lo que hace la derecha", que vivamos con la confianza puesta en Aquel que nos ofrece Todo a cambio de nada.    Encar_AM 

sábado, 1 de agosto de 2015

Vacaciones con Dios

¡El Consejo Nacional os desea unas buenas vacaciones, caminando siempre con el Maestro!


Señor Jesús, tú dijiste a tus discípulos

"venid conmigo a un lugar apartado y descansad un poco",

te pedimos por nuestras vacaciones.



El afán de cada día multiplica nuestra vida

de quehaceres, urgencias, agobios, prisas e impaciencias.

Necesitamos el reposo y sosiego.

Necesitamos la paz y el diálogo.

Necesitamos el encuentro y la ternura.

Necesitamos la oxigenación del cuerpo y del alma.

Necesitamos descansar. Necesitamos las vacaciones.



Bendice, Señor, nuestras vacaciones.

Haz que sean tiempo fecundo para la vida de familia,

para el encuentro con nosotros mismos y con los demás,

para la brisa suave de la amistad y del diálogo,

para el ejercicio físico que siempre rejuvenece,

para la lectura que siempre enriquece

para las visitas culturales que siempre abren horizontes,

para la fiesta auténtica que llena el corazón del hombre.



Haz que nuestras vacaciones de verano sean un tiempo santo

para nuestra búsqueda constante de Ti,

para el reencuentro con nuestras raíces cristianas,

para los espacios de oración y reflexión,

para compartir la fe y el testimonio,

para la práctica de tu Ley y la de tu Iglesia,

para la escucha de tu Palabra,

para participar en la mesa de tu eucaristía.



Tú vienes siempre a nosotros.

Tus caminos buscan siempre los nuestros.

Haz que en las vacaciones de verano,

sepamos remar mar adentro y te encontremos a Ti,

el Pescador, el Pastor, el Salvador, el Hermano, el Amigo,

y encontremos a nuestros hermanos.

Juntos realizaremos la gran travesía de nuestras vidas.

En tu nombre, Señor,

también en vacaciones,

quiero estar dispuesto a remar mar adentro.

Ayúdame. Te necesito, también en este tiempo.

Amén.


Fuente: Conferencia Episcopal Española



¡Felices vacaciones!

Fuente: Secretariados de Catequesis de Galicia

Creer en Jesucristo y seguirlo...

DOMINGO 18º TIEMPO ORDINARIO (B)-2015
EVANGELIO
El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí 
no pasará nunca sed.

+ Lectura del santo Evangelio según San Juan. 6, 24-35
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?». Respondió Jesús: «La obra que Dios quiere es esta: que creáis en el que él ha enviado». Le replicaron: «,Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo”». Jesús les replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed».
Palabra de Dios.

HOMILIA
2 de agosto de 2015

EL CORAZÓN DEL CRISTIANISMO
Que creáis en el que él os ha enviado.

La gente necesita a Jesús y lo busca. Hay algo en él que los atrae, pero todavía no saben exactamente por qué lo buscan ni para qué. Según el evangelista, muchos lo hacen porque el día anterior les ha distribuido pan para saciar su hambre.
Jesús comienza a conversar con ellos. Hay cosas que conviene aclarar desde el principio. El pan material es muy importante. Él mismo les ha enseñado a pedir a Dios «el pan de cada día» para todos. Pero el ser humano necesita algo más. Jesús quiere ofrecerles un alimento que puede saciar para siempre su hambre de vida.
La gente intuye que Jesús les está abriendo un horizonte nuevo, pero no saben qué hacer, ni por dónde empezar. El evangelista resume sus interrogantes con estas palabras: « y ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere? ». Hay en ellos un deseo sincero de acertar. Quieren trabajar en lo que Dios quiere, pero, acostumbrados a pensarlo todo desde la Ley, preguntan a Jesús qué obras, prácticas y observancias nuevas tienen que tener en cuenta.
La respuesta de Jesús toca el corazón del cristianismo: «la obra (¡en singular!) que Dios quiere es ésta: que creáis en el que él ha enviado». Dios sólo quiere que crean en Jesucristo pues es el gran regalo que él ha enviado al mundo. Ésta es la nueva exigencia. En esto han de trabajar. Lo demás es secundario.
Después de veinte siglos de cristianismo, ¿no necesitamos descubrir de nuevo que toda la fuerza y la originalidad de la Iglesia está en creer en Jesucristo y seguirlo? ¿No necesitamos pasar de la actitud de adeptos de una religión de "creencias" y de "prácticas" a vivir como discípulos de Jesús?
La fe cristiana no consiste primordialmente en ir cumpliendo correctamente un código de prácticas y observancias nuevas, superiores a las del antiguo testamento. No. La identidad cristiana está en aprender a vivir un estilo de vida que nace de la relación viva y confiada en Jesús el Cristo. Nos vamos haciendo cristianos en la medida en que aprendemos a pensar, sentir, amar, trabajar, sufrir y vivir como Jesús.
Ser cristiano exige hoy una experiencia de Jesús y una identificación con su proyecto que no se requería hace unos años para ser un buen practicante. Para subsistir en medio de la sociedad laica, las comunidades cristianas necesitan cuidar más que  nunca la adhesión y el contacto vital con Jesús el Cristo.
José Antonio Pagola

domingo, 24 de mayo de 2015

Pentecostés

NATALICIO

EL SIERVO DE DIOS FRANCISCO
                                  BLANCO   NÁJERA
UN HOMBRE PARA LOS HOMBRES DE  HOY


24  de Mayo 1889 - 15 de Enero 1952
Obispo de Orense
Fundador de las Religiosas
 Misioneras del Divino Maestro
 y de los

 Cooperadores  Seglares del Divino MAestro.  
  Celebramos hoy el 126 Aniversario de su Natalicio.
FRANCISCO VIVE HOY en su profunda espiritualidad, vive en su Obra y vive , sobre todo, en aquellos que, bebiendo  de las aguas cristalinas de su doctrina, son " cristos  vivientes " e " irradiadores de Cristo" en la sociedad de cada tiempo y lugar.  (UCDE. pg. 21)

viernes, 24 de abril de 2015

Síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

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Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).– Ofrecemos a continuación una síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
La Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia titulada ''Misericordiae vultus se compone de 25 números. El Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema, ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla en clave trinitaria (números 6-9.) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia: "La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia" (n. 10).
El Papa Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con el quincuagéismo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II:'' La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo''.(n. 4). La conclusión tendrá lugar "en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. "(n. 5) .
Una peculiaridad de este Año Santo es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa será abierta por el Papa en San Pedro el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos.
El Papa Francisco, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que hablaba de la "medicina de la Misericordia" y de Pablo VI que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del samaritano. La Bula también explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo: primero el lema "Misericordiosos como el Padre", a continuación el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el n. 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.". Otra indicación atañe a la Cuaresma con el envío de los "Misioneros de la Misericordia" (n. 18). Nueva y original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata en los nn. 20-21 el tema de la relación entre la justicia y la misericordia, demostrando que no se detiene en una visión legalista, sino que apunta a un camino que desemboca en el amor misericordioso.
El n. 19 es un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción. Son palabras muy fuertes con las que el Papa denuncia esta "llaga putrefacta" e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera conversión: "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis. El Papa os tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia."(n. 19).
La referencia a la Indulgencia como tema tradicional del Jubileo se expresa en el n. 22. Un último aspecto original es el de la misericordia como tema común a Judios y Musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. "(n. 23).
El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.. (…) En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: '' Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos''.

miércoles, 22 de abril de 2015

Síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

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Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).– Ofrecemos a continuación una síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
La Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia titulada ''Misericordiae vultus se compone de 25 números. El Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema, ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla en clave trinitaria (números 6-9.) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia: "La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia" (n. 10).
El Papa Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con el quincuagéismo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II:'' La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo''.(n. 4). La conclusión tendrá lugar "en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. "(n. 5) .
Una peculiaridad de este Año Santo es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa será abierta por el Papa en San Pedro el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos.
El Papa Francisco, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que hablaba de la "medicina de la Misericordia" y de Pablo VI que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del samaritano. La Bula también explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo: primero el lema "Misericordiosos como el Padre", a continuación el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el n. 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.". Otra indicación atañe a la Cuaresma con el envío de los "Misioneros de la Misericordia" (n. 18). Nueva y original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata en los nn. 20-21 el tema de la relación entre la justicia y la misericordia, demostrando que no se detiene en una visión legalista, sino que apunta a un camino que desemboca en el amor misericordioso.
El n. 19 es un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción. Son palabras muy fuertes con las que el Papa denuncia esta "llaga putrefacta" e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera conversión: "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis. El Papa os tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia."(n. 19).
La referencia a la Indulgencia como tema tradicional del Jubileo se expresa en el n. 22. Un último aspecto original es el de la misericordia como tema común a Judios y Musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. "(n. 23).
El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.. (…) En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: '' Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos''.